RITA
Esta es una historia
real que escuchaba yo cuando era pequeña. La contaban personas
mayores de mi entorno y me llegó tan adentro que nunca pude
olvidarla. Es una historia durisima.
Rita nació en una
familia pobre, en un pueblo de muy pocos habitantes. Era la mayor de
cuatro hermanos. Fué muy poco a la escuela, ya que con doce años
tuvo que ponerse a trabajar para ayudar a sus padres a criar a sus
hermanos pequeños.
Cerca del pueblo
habia una especie de empresa de frutas que era de unos señores que
vivian en la ciudad a unos veinte kilometros del pueblo.
Rita se levantaba a
las seis de la mañana para ir a recolectar fruta y regresaba a las
ocho de la tarde. Solo descansaba una hora para comer el pobre
bocadillo que llevaba cada dia.
Desde los doce años
que comenzó a trabajar no habia tenido ni un dia libre. Trabajaba
todos los dias, domingos, fiestas…
Pero llegó el fatal
dia… Era invierno y Rita ya tenia dieciseis años. Aquel lunes
nefasto fué el que la llevó a sufrir lo indecible. Era de noche
cuando regresaba por el solitario camino hacia su casa depues de
salir del trabajo. A unos pocos metros la estaban esperando tres
hombres. Rita no les conocia de nada. Era forasteros por alli. Cuando
vieron a Rita comenzaron a seguirla. Ella se asustó mucho y comenzó
a correr, pero ellos corrian mas que ella. La alcanzaron, la tiraron
al suelo, la taparon la boca, la desnudaron y alli mismo la violaron
los tres. Cuando terminaron, la dejaron tirada en el suelo
destrozada, desnuda y aterida de frio.
Como pudo, se vistió
con las ropas hechas jirones, y tambaleandose llegó a su casa.
Cuando sus padres la
vieron llegar de ese modo, la preguntaron. Ella les contó lo que la
habia sucedido, y sus padres, bueno, mas bien su padre reaccionó de
una manera muy brusca con ella. La dijo que no se la ocurriese
contarselo a nadie, porque lo unico que iba a conseguir era que les
señalaran con el dedo a toda la familia. Es más, la amenazó con
estas palabras: “ Como te hayan hecho una barriga, te vas a atener
a las consecuencias. Espero que no te hayas quedado preñada porque
si es asi, deberás salir de esta casa y no volver nunca más”.
Rita no podia creer
lo que su padre la estaba diciendo. Estaba destruida por lo que la
acababa de suceder y su padre en lugar de ayudarla la estaba
amenazando con abandonarla a su suerte.
Al dia siguiente
tuvo que ir a trabajar a pesar de que estaba hecha una piltrafa por
lo de la noche anterior y cuando en el trabajo la preguntaron que la
ocurria, no respondió nada y agachó la cabeza y se dispuso a
trabajar.
Y asi cada dia,
hasta que pasaron unas cuatro semanas, y no la venia la regla. Se lo
comentó a su madre, y esta a su padre. Rita estaba embarazada y
aterrada.
Su padre la tomó
del brazo y la llevó a la cuadra. Alli la ató con cadenas a una
viga. La quitó la ropa de cintura para arriba y se sacó la correa.
“Ahora te voy a
coser a latigazos hasta que eso que tienes dentro salga o seremos la
comidilla del pueblo por tu culpa”.
Y comenzó a darla
correazos hasta que Rita perdió el conocimiento, pero no abortó. El
ser que crecia dentro de ella no estaba dispuesto a salir.
Cuando el padre de
Rita vió que ella no reaccionaba, se marchó dejandola atada a la
viga. Rita tenia la espalda en carne viva pero en ese momento no
sentia nada. Estaba desmayada. Hacia la madrugada despertó en medio
de la cuadra con unos dolores horrorosos, y recordó lo que su padre
habia hecho con ella. Lloró y lloró hasta quedar sin lagrimas.
Al poco de amanecer,
escuchó a su padre que regresaba y aterrada le imploró que no la
pegase mas.
Él, con cara de
odio hacia ella, la dijo:
“Mira, te voy a
soltar estas cadenas ahora mismo, pero quiero que te vayas de aquí y
no regreses nunca mas”.
La tiró con un saco
donde habia puesto la poca ropa de Rita y la soltó.
“Anda, vistete y
largate, que no te volvamos a ver el pelo. Nos has traido la ruina.”
Rita se levantó
como pudo, se vistió y salió de la cuadra dando tumbos. Estaba tan
dolorida que no podia casi caminar, pero su padre no tuvo compasión
de la pobre niña y la volvió a gritar: “VETE”Vete y no vuelvas
por aquí.
Rita tomó el camino
que llevaba a la ciudad. Eran muchos kilometros para ir caminando en
su estado, pero sacó fuerzas de no supo donde y siguió caminando.
Manuela era una rica
señora que vivia en la ciudad. Y la casualidad quiso que en ese
momento pasara con su coche por el camino donde caminaba Rita.
Cuando vió a la
chica que iba caminando dando tumbos y casi sin poder andar, le dijo
al chofer que parase.
Cuando se bajó del
coche y vió el aspecto de la muchacha se echó las manos a la
cabeza.
La preguntó que la
habia pasado y que si podia llevarla a su casa. Rita la dijo que no
podia volver a su casa y la contó lo que habia pasado.
Manuela no podia
creer que unos padres le hubieran hecho eso a una hija, y menos
cuando habia sido violada por tres energumenos. Manuela no tenia
hijos y siempre habia deseado tener una hija. Por eso se compadeció
de Rita y se la llevó a su casa en la ciudad.
Cuando llegaron, lo
primero que hizo fué llamar a su hermano que era medico. Este miró
las heridas de Rita y se quedó perplejo por la gravedad. Esas
heridas sin curar se hubieran infectado y podian haberle causado una
muerte lenta y dolorosa a Rita.
Poco a poco Rita se
recuperó de las heridas. Manuela y su hermano cuidaron de su
embarazo y al final tuvo un precioso niño al que pusieron de nombre
Raul.
Despues de tener al
niño y cuando ya no necesitaba ser amamantado, Manuela sugirió a
Rita que debia estudiar para tener un buen futuro para ella y su
hijo. Manuela se ofreció a pagarla los estudios.
Rita estaba tan
agradecida a esa bondadosa mujer, que no sabia que decirla. “Di que
si, por favor. Yo deseo ayudarte y tengo suficiente dinero para las
dos”.
Rita se abrazó a
esa mujer que se habia portado con ella como una verdadera madre y
asintió. “Si, estudiaré. Me gustaria ser medico como el tio
Andres”.
Y asi, Rita comenzó
a estudiar y Manuela cuidaba del niño.
Rita nunca habia
conocido la felicidad hasta que Manuela la habia acogido en su casa.
Y asi, pasó el
tiempo y con veintiseis años Rita se graduó en la universidad y
sacó la carrera de medicina.
Y asi comenzó a
trabajar en la consulta del tio Andres, el que la curó sus heridas
cuando ella sentia que iba a morir.
Pero como el destino
es caprichoso, un buen dia apareció su padre en la consulta del
medico con uno de sus hijos pequeños, muy enfermo. Le pidió al
doctor que le ayudase a curar al chico, porque él no tenia medios
ni dinero para poder pagarle.
En aquel momento,
Andres no sabia que aquel hombre era el padre de Rita, y lo mandó
pasar. Rita estaba sentada en el despacho y cuando vió a su padre y
a su hermano se quedó de piedra.
Su padre ya no era
aquel hombre robusto que la martirizó casi hasta la muerte. Ahora
estaba muy delgado y con unas arrugas tremendas en la cara. Se notaba
que habia sufrido mucho.
El padre de Rita la
reconoció enseguida y lo primero que hizo fué arrodillarse a sus
pies y pedirla perdon.
La dijo que desde el
dia que la echó de casa, su madre enfermó de tristeza por no saber
de su hija, y que poco a poco se fué consumiento hasta que un dia se
suicidó colgandose de una soga en la cuadra donde él habia
torturado a su hija. Sus otros dos hermanos habia fallecido de
neumonia, y habia quedado él solo a cargo del unico hijo que le
quedaba y que ahora tambien estaba con neumonia.
Rita empezó a
llorar y abrazó a su padre y a su hermano. No tenia ningun rencor
dentro porque le habia perdonado en el mismo momento en el que la
echó de su vida para siempre.
Andres, el medico
no daba credito a lo que estaba viendo. Él mejor que nadie sabia
como encontraron a Rita en el camino, a punto de morir casi, y ahora
estaba viendo al culpable de aquello. Por un momento le odió pero al
ver que Rita no tenia ningun rencor por su padre, le ayudó a
levantarse y se dispuso a reconocer al chico que traia enfermo.
No tuvo duda, era
una neumonia pero si lo ingresaba unos dias en su hospital, el chico
se curaria.
Y asi fué…
El chico se curó y
el padre de Rita no cesaba de pedirle perdon a su hija. Incluso quiso
conocer a Raul que por entonces ya tenia casi once años.
Y cuando vió a
aquel niño que era el vivo retrato de sus hijos fallecidos, lloró y
lloró desconsoladamente pidiendole perdon tambien a él.
Rita consiguió
curar a su hermano y nunca se separó de él. Se lo llevó a vivir
con ella y lo puso a trabajar en el hospital de Andrés como cuidador
de enfermos.
El padre de Rita,
despues de haber sido perdonado por ella, regresó a casa y los
remordimientos no le dejaron vivir en paz. Una noche salió a las
afueras del pueblo, se internó en el pantano y se dejó morir alli…
Sabia que el infierno le esperaba pero lo aceptó. Su hija le habia
dado una gran lección de amor y él no la merecia como hija, después
de como la trató.
Manuela, Andres,
Raul y Severo, el hermano de Rita, y también Rita enterraron a su
padre en el pueblo y siguieron con sus vidas… felices… sin
olvidar el pasado pero con una gran esperanza de felicidad en el
futuro.